El gobierno de Cuba ha renovado su demanda a Estados Unidos para que retire al país caribeño de la lista «absolutamente unilateral e infundada» de países considerados patrocinadores del terrorismo, una inclusión que ha sido ampliamente criticada por La Habana.
La Cancillería cubana emitió una declaración este miércoles, reaccionando a la reciente decisión de Estados Unidos de excluir a Cuba de la lista de naciones que no cooperan plenamente en la lucha contra el terrorismo, mientras mantiene al país en la lista de patrocinadores del terrorismo. La declaración califica esta situación como una injusticia y reitera el alto y constante reclamo del pueblo cubano, así como de numerosos gobiernos de América Latina y el Caribe, y de organizaciones y políticos estadounidenses.
El gobierno cubano insiste en que «no basta con reconocer que Cuba coopera plenamente con los Estados Unidos» en asuntos antiterroristas, subrayando que su cooperación se extiende a la comunidad internacional en su conjunto. La Cancillería destaca que mantener a Cuba en la lista de patrocinadores del terrorismo es una estrategia destinada a calumniar y justificar la adopción de medidas económicas coercitivas contra Estados soberanos, afectando duramente a Cuba.
En su declaración, el gobierno cubano afirma que «Cuba no patrocina el terrorismo, sino que ha sido víctima de este, incluido el terrorismo de Estado», una realidad que, según La Habana, es bien conocida por el gobierno estadounidense.
La Cancillería cubana también ha señalado que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, posee todas las prerrogativas necesarias para corregir esta situación sin requerir el respaldo de las cámaras legislativas, apelando a su capacidad para actuar con honestidad y rectitud.
El Departamento de Estado estadounidense explicó que la decisión de retirar a Cuba de la lista de países que no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas respondió a cambios en las circunstancias de 2022 a 2023. No obstante, la inclusión de Cuba en la lista de patrocinadores del terrorismo en enero de 2021 fue una de las últimas acciones del gobierno de Donald Trump, y ha permanecido sin cambios desde la llegada de Biden a la Casa Blanca.